¿Eres facilitador de sueños o creador de pesadillas?
Y el ojetómetro
falló… si, ese mecanismo de alerta de “te estás pasando de la raya” falló. Debo
confesar que en días recientes fui a presumir de mi habilidad para hacer
realidad las pesadillas de una persona. Salió desde lo más profundo de mí ser
el ir a sabotear a alguien y peor aún, ninguno de mis cómplices trató de
detenerme. No es algo de lo que esté orgullosa y por el contrario, hacía mucho
que no me sentía culpable, así que me puse a analizar que chintetes pasó por mi
cabeza. El primer pensamiento identificable fue el “para que se le quite”, no
sé qué tendría que quitársele al ser, “para que aprenda”. Si la gente
aprendiera entre más la fastidias, todos seríamos eruditos.
Cuando la
consciencia regresó a mí me puse a pensar ¿de dónde viene esta iniciativa de
fregar a los demás? ¿Por qué tenemos estos instintos los seres humanos?? No
importa si eres yogui, zen, …los instintos fregativos aparecen y la mayoría de
nosotros no estamos en control de esto. Fíjate, “todos los días me formo para
subir al segundo piso del periférico, la fila es cada vez más larga y viene de
muy atrás, yo debo incorporarme por una calle lateral y más adelante se
incorporan los de otra calle o los que salen de la gasolinería; los que vienen
formados buscan la manera de pegar cofre con cajuela para no dejarte pasar –
para que se te quite por abusivo – y se
genera un verdadero caos vial.” Sin contar a uno que otro abusivo que sí
existe, todos tenemos la necesidad de incorporarnos a la fila. Todos tenemos
necesidades de diferentes tipos y urgencias sin embargo no podemos cerrarnos a
pensar que somos los únicos que tenemos una necesidad o que la nuestra es más
importante que la necesidad de alguien más.
A los mexicanos se
nos acusa de actuar como cangrejos. El pensamiento cangrejista viene del más
profundo miedo a lo que no sé, a que alguien lo haga mejor o diferente, a que
te saquen de tu zona de confort; y somos capaces de sabotear al “héroe” con tal
de tener la razón y demostrar por qué no se pueden hacer las cosas.
El ego es el
responsable de que en cuanto alguien se nos meta en la fila un instinto
demoniaco se apodere de nosotros, inmediatamente nos sentimos agredidos, abusados,
tratados sin consideración, irrespetados, pisoteados, trasgredidos, devaluados,
etc. Sí, ¡así somos de exagerados! Tenemos reacciones muy violentas cuando
sentimos que alguien no toma en cuenta nuestra persona y tendemos a sentir que
somos más importantes que los demás y pobre del que ose pasar por encima de esa
percepción equivocada de la realidad.
La necesidad mal
enfocada, el miedo y el ego son los responsables de la mayoría de nuestras
reacciones hacia los demás, hazte consciente de ellas; hazte consciente también
del potencial único y extraordinario que tienes para servir al mundo; tu
talento y tu actitud dispuestos al servicio le dan sentido a tu vida.
Seamos facilitadores
de la vida en general: ayudando, apoyando, haciendo fluir, incluso quitándote
de en medio o no haciendo nada, no generando conflicto.
Esta en tus manos construir
el mundo que quieres ver…así que la próxima vez que digas “para que se le
quite” piensa de dónde viene tu instinto siniestro y recuerda que la mano del
karma pende sobre tu cabeza y arrepiéntete antes de fastidiarle el día a alguien.
Jass Bernal
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