No somos un cáncer
Cierto día me quejaba amargamente de los estropicios de la raza humana en el planeta, de los mares llenos de basura, de la tala, de la caza furtiva, de la sobrepoblación y todos los otros detallitos y como otras tantas veces mencioné que el ser humano es un cáncer y la tierra encontrará la manera de deshacerse de nosotros. La amiguita que iba conmigo respondió a aquella declaración, “no puedes estar más equivocada. Yo no pienso que la tierra nos vea como cáncer y tampoco creo que esté tratando de deshacerse de nosotros”. Como amante de la naturaleza y del planeta no estuve tan de acuerdo en su punto de vista, sin embargo; mientras caminábamos pensé que podía tener razón, quizá todo nuestro problema de comportamiento se basa en que CREEMOS que somos un cáncer. No se cómo empezó pero como humanos tendemos a esperar lo peor de nosotros mismos. Por lo pronto, como católica me inculcaron que somos producto de un pecado original, que dios nos mandó a vivir en penitencia para, ta